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Cómo hacer un presupuesto

Las sorpresas son agradables, pero no cuando se trata de tu dinero. Si estás luchando por pagar las cuentas cada mes, probablemente te beneficiaría tener un presupuesto. A continuación, te presentamos dos métodos que te ayudarán a organizar y administrar tus gastos mensuales.

 

Fijo y flexible

 

La primera técnica de presupuesto implica agrupar sus gastos en dos categorías: “fijos”, que son los que deben tener como comida y servicios públicos; y “flexibles”, los que son agradables, como las vacaciones o las cenas fuera de la casa.

 
  1. Reúna de 6 a 12 meses de estados de cuenta bancarios, recibos y otros registros financieros.

  2. Separa esos gastos en las columnas “Fijo” y “Flexible”.

  3. Suma tus gastos “fijos” mensuales y luego resta el total de tu ingreso mensual.

  4. Lo que te sobra es el dinero de tus gastos “Flexible”.

 
 

Aunque cuentas con la misma cantidad de dinero, el ver tus finanzas de una manera más organizada puede ayudarte a tener tus gastos bajo control.

 

Regla de 50/30/20

 

Otra técnica para el manejo de presupuesto es la regla 50/30/20. Esta consiste en dividir tus ingresos mensuales en tres categorías:

  • El 50% (o menos) lo destinas a necesidades como la vivienda, los préstamos estudiantiles y los servicios públicos. Estos son gastos que tienes que pagar cada mes.

  • El 30% (o menos) lo destinas a cosas que te gustaría hacer o tener como entretenimiento, pasatiempos y viajes.

  • 20% (o más, si es posible) lo destinas al ahorro y al pago de deudas.

 

La regla 50/30/20 puede ser ajustada en base a tus metas a corto y largo plazo, pero ten cuidado de no confundir lo que te gustaría tener con lo que necesitas. Varias cenas fuera cada semana y planes de datos ilimitados pueden ser cosas que quieres tener pero que no son esenciales.

 

Tu dinero va en muchas direcciones. Los gastos diarios, el entretenimiento, los eventos de la vida y las metas a largo plazo, todos compiten por el mismo dólar. La elaboración de un presupuesto puede ayudarte a asegurarte de que estás cumpliendo con los gastos mensuales necesarios, ahorrando para el futuro y guardando, siempre que se pueda, algo de dinero extra para recompensarte por tu buen trabajo.